domingo, 16 de junio de 2013

Y para ti ¿Cuando fue la primera vez que tuviste una experiencia con la Naturaleza?

Debo admitir que ésta no fue una pregunta que haya surgido en mi de forma natural, de hecho quienes estén leyendo ésto en su gran mayoría no lo han efectuado, pero de manera muy sencilla y sin necesidad de acudir a lenguajes "llamativos" espero compartirles la respuesta que di a una cuestión o tarea para ser honesto, que una profesora me puso en una materia poco reconocida dentro de mi Universidad.

Pues bien, cuando trato de recordar mi primera experiencia con la Naturaleza, mi mente siempre me lleva tiempo atrás (unos 5 o 7 años tendría) junto con mi padre, él siempre me llevaba a trotar, vivíamos en Buga, y en esa ciudad hay un lugar que se llama el “derrumbado”, su nombre es ese, debido a una batalla que formaría un camino para subir montañas. Curioso no que una batalla terminara siendo uno de los centros deportivos a los cuales acuden los bugueños en su mayoría.

Mi padre en aquella época me llevaba  todos los fines de semana y cuando me cansaba me subía  a sus hombros y me llevaba a “tun tun” como se le dice vulgarmente, en sus hombros podría apreciar el cielo, respirar el aire fresco, podía ver las aves y mariposas que volaban, claro que podía observar todas estas cosas, ya que, no tenía que preocuparme de caminar, ni de pensar a donde iba a llegar, quizás la preocupación de caer o de no correr lo suficientemente rápido era un estorbo para apreciar todas éstas cosas.

Siempre que subíamos la montaña, bajamos al río, allí conocí la arena y uno que otro pez raro, tanto así, que fue la primera vez que veía un cangrejo y uno que siempre pensaba gracias a la película de la sirenita, que los cangrejos solo estaban en el mar, entendí que los animales siempre están ahí, lo que pasa es que falta tiempo para detenerse y detallar lo que nos rodea.

Luego miraba filas interminables de hormigas llevando hojas, le preguntaba a mi papa ¿Por qué lo hacían?, me explicaba de su organización y de porque cargaban esas “cositas verdes” como les decía de pequeño. 
Cuando recorríamos la montaña, encontrábamos arboles de guayaba, de mandarina, de naranja, y siempre que bajábamos teníamos bolsas llenas de fruta. Me di cuenta que en este lugar había aprendido demasiadas cosas, reír, llorar, caminar, correr, saltar, observar, nadar y lo más importante el trabajo en equipo, ya que de pequeño siempre me quedaba cansado y mi padre me ayudaba, cosa que cambió cuando crecí, era yo quien debía ayudarle a subir.

Hoy en día lo sigo recorriendo, a veces con mi hermano, a veces con mi papa, o a veces los tres, ya subo la montaña desde distinto caminos y la bajo desde diferentes laderas, pareciendo que la madurez que adquieres la cual no es mucha, te da otro punto de vista, cada vez descubro nuevos lagos, nuevos árboles, como uno de grosella, y el ultimo que descubrí fue uno de limón-naranja, me demoro más, en parte porque el estado físico de mis años de plena juventud inexperta era mucho mejor de la que tengo ahora, pero me demoro en gran parte, porque las cosas que veía y me causaban curiosidad de pequeño tal vez ahora de grande no las quiero dejar pasar, tal vez reflexiono mas de lo normal, en fin, unas verdaderas experiencias ambientales (Permitanme sonreír).  

Los que se hayan tomado el tiempo de leer, les agradezco, mi objetivo al compartirlo fue en primera medida para que ustedes recordaran su primera experiencia con la Naturaleza (Y claro que si, les permito sonreír ), pero creo que en aras de un mejor mundo, terminaré como empecé, con una pregunta: ¿Cual será tu última experiencia con la Naturaleza?.





Rodrigo Domínguez - rodrigodominguezq@gmail.com - @rodrijdominguez

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